Textos



El silencio
Mi vida
Es un papelito inconducente
Que nunca me ha dejado
Resolver algo.

Jamás
Roble
Ni pino
Imaginó
En su fragancia
Terminar
Sus días
En expedientes
Y
Denuncias,
Facturas

Que
Codalizaron
Mi alma
Dejando
Muchas
Durezas
Y una experiencia
Inevitable.

Para
Cuando
Te archive
Espero
Perdones
La ilogicidad
Del
Destino
Y
La
Cruel
Burocracia
De
Los
Hombres.



Esplendor
Sumergió la cabeza. Luego de contar hasta doce. No hasta cien. La arbitrariedad solar ameritaba no solo la superficialidad sino también el esplendor.
Él pasó a su lado gritándole groserías a su celular. Ella grácil continuó en lo suyo para no sentirse parte de aquella escena.
Papelón evitado  arrancó una vez más, como todos los días. Su cuello negro enlazó suavemente a su presa. Un solo picotazo.
 Fue su alimento.
Sin piedad completó el suicidio necesario: integrante inalcanzable de su destino de pato.


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                                                                 Desde algún lugar somos

Imagen y semejanza de Dios.
Con nuestros propios espejos,
Amanecemos o pernoctamos,
Acariciamos o destrozamos.
Amamos, a veces, con aciertos o desaciertos
Pocas veces,
Solo pocas,
Amamos al ser humano.
Pocas veces,
Solo amamos…

-Viviana Díaz-
                                                                                             Abril de 2010

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“Amo ese silencio
Que jamás tuve,
Anhelo de mis detractores,
Sueño de algún zar inexistente”
-Viviana Díaz. Noviembre de 2012-
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DESDE UN LUGAR
                       A Alberto, gracias por su enseñanza
Escribir
Desde un mismo lugar
O desde un lugar
Distinto.

Ser.
Desde la adversidad
O la prosperidad
Desde la riqueza
O la miseria humana.

Transitamos.
Con una cara
Y muchos rostros.

Construimos
Y defragmentamos
Los hechos,
Los seres y las cosas.

Somos soberbios
Cuando creemos
Que hacemos pagar
A justos por pecadores
Obrando en nombre
De quién
Sino de nuestro propio orgullo
Que impotente
No halló solución ni Ética.

Somos.
Somos.
Pocos.
Los sinceros.

Otros.
Los de a veces
Los de nunca
Se esconden
Hipócritas,
Fariseos
Tras asociaciones
De derechos humanos.

En nombre de quién.
Y de qué.
Si no encuentran
Desde donde gritar
Sus errores,
Sus no puedo,
Sus mentiras,
Su terquedad,
Su dureza.
Su NO-SER
Parte
De un universo
Que sería
Muy distinto
De la mano de Dios.
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APRENDIZAJE
                                                 A Carina Elisa
Aprendí
De la soberbia
De otros,
A veces,
De muchos.

Aprendí
De la ignorancia
De muchos
Y de otros.

Aprendí
De la resta
Entre el hecho
Y la actitud.

Aprendí.
Y aprendí.
Reí.
Y Sonreí.

Porque me aferré
A la suma
A la potencia
De sentir
Que mi mejor
Sustento
No está en
El hombre,
Ni en los títulos,
Ni en los expedientes,
Ni en los sumarios,
Sino
Simplemente
En cuatro letras
Que reúnen
Todas las operaciones
Y combinaciones
Posibles:
                  “DIOS”
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MAÑANA
En un rincón.
En un rincón
La ciudad
No vale nada.

Los sueños
Se esfuman
El cuadrangular
Espejo
Se fuma los perfiles
Inutilizando
El destino.

En un rincón.
En un rincón
La ciudad
Ahoga
Conversaciones
Triviales.

Mi mujer.
La que nunca
Me dio
Bolilla a mí.

Mi mujer
Y mi
Cuñado.
Yo
En
Cualquier
Parte.

Boludo
Al medio
Y quién
Más boludo
De los dos
Amigos.

La vida.
La sin-sa-li-da
La sin-sa-li-na-
La sin-ver-güen-za.

Igual
O más
Que mi mujer
Y mi cuñado.
La sin-ver-güen-za

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II

Qué bárbaro.
Que bárbaro,
Qué bárbaro,
Qué bárbaro,
Que bárbaro,
Que bárbaro,
Qué barba
DIOS.
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IV
Me fastidias
Me persigues
Me auscultas
Me invades
Me insultas
Imponiéndote
Cada mañana
En mi espacio.
A cambio
Sólo me das
La sencilla alternativa
De volarte
Los imaginados sesos
De un matamoscazo!
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Linyera
             A los de la esquina y tantas veredas
       1
La vereda
O mejor dicho
El cordón
Recibieron
Su costado
Hediondo
Desagradable.
        2
Vi sus ojos
En las redes sociales
Contando
Su locura,
Su dormir sobre cartones
Luego
Del accidente
De su familia.
      3
Perdió así
La medicina
Su medicina
Para sumirse
 en la mejor
De las locuras.
     4
El sol
Lo sorprendió
Cada mañana
En el semáforo,
La tarde
Bautizó
Sus marrones ojos.
   5
Iván y Helena
Iván sin Helena
Y van tres años ya
Sin Helena
Y sin Carlitos
Sin casa
Sin medicina
Sin cuentos
Y para qué
Recordar,
Para qué
Seguir
Así.
  6
Linyera
De la vida
Lleno de historias
No resueltas
O mejor dicho
Con historias
Paralelas
Creadas
De otra manera.
     7
Dejar todo
Y ver pasar
El mundo
Cada mañana,
Pilas de coches
En aquel semáforo
Y miles
De historias.
     8
Y yo aquí
Frenada
En el mismo semáforo
Con mis poemas
Sin poder resolver
La inflación
El sueldo no cobrado
Y con muchas ganas
De tirarme
A tu lado
Y también
Revolcar
Desde otro costado
La vida.
 

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Hipocresía
Tantas veces había estado así. Que acto más noble: sentadito. Esperando octubre a ver si alguien “lo lleva a votar y aparte unos pesitos”
Noble en el frío invierno y la basura se sentó a descansar y encontró la muerte en una semana extraña de rocío y bruma marina.
Curiosamente la noche anterior Cristina había desmentido el mal estado del país, obviando claro que el petróleo había bajado (y con él los sueldos y los obreros en la casa), el dólar blue (hacía de las suyas en esta etapa pre-eleccionaria) y la cebolla, de diez pesos a cuarenta, qué iba a cocinar ahora, guiso sin carne y sin cebolla, se complicaba. Ese fue tal vez el último pensamiento filosófico de Cristóbal, y sentadito, sentadito, esperó la muerte, su muerte. Sin pompas tal vez. Encontrado por Rina, su Cuma de juntar la lata, vio. Creció la pobreza en un cuarenta y uno por ciento, y alcanza a los niños aunque eso no exista en ningún discurso. El agua que no llega. Los municipales no cobran desde hace varios cuentos atrás y parece que a nadie le importa. Córdoba no es Córdoba sino pampa en esta tierra de nadie. El patrullero a full las veinticuatro horas que robos, peleas, más cámaras y alarmas.
Jehová es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido.
Pero no todos buscan a Dios, así que un poco refugiados, un tanto fortalecidos y poco más un par de ungidos, y a seguir.
Sentadito. Sentadito. Ya no sentir el cansancio ni el frío, ni el calor solo el correr de mis frías lágrimas lamentando su muerte, en un país de hipócritas.
¿Por qué hacer un diminutivo de su nombre? ¿Por qué llamarle “el personaje” a ese hombre y generalizarlo?
Las pisadas lentas hicieron presencia junto a la estatua que una vez más decidió quedarse muda. Delantales blancos y de colores manifestaron la protesta en contra de las cincuenta puñaladas. Como declarar a un hombre inocente luego de tanto escarnio y devolverlo a su tierra que ni siquiera le pertenece pero es el lugar en el que deambuló antes del hecho. Desear estar ahí y lograrlo. Y ser al mismo tiempo de dos versiones: la de los amigos de la víctima oponiéndose y solicitando justicia, la de otra gente, ausente que manifestaba que todo había sido un crimen.
Dos años antes él abrazaba a Ángela en medio de sueros y jeringas.
-Soy tu guardián, deliraba. El guardián del hospital. Al disimulo extraía mangueras de delirantes acelerando su suplicio o favoreciendo su llegada al cielo.
Ángela disfrutaba ese amor en distintas salas, camillas, baños. –Más Frankie, mi Frankie. El hacía de aquel lugar de salud un verdadero motel sin espejos pero con mucha higiene.
-Yo te cuidaré,  afirmaba mientras revolcaba los cabellos de ella.
Fuera de aquel lugar y de aquel ser no había sentido jamás tanta pasión y tanto cariño.

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QUIEN
Quien busca,
Encuentra.
Quien siembra
Cosecha
Quien tira,
Recoge.
Quien bendice
Prospera.

¿Quién
No
Lo
Desea?

Quien derrocha
Pierde,
Quien roba
Empobrece,
Quien miente
Destruye
Quien enfrenta
Derroca.

Babel o el imperio
Napoleónico
Fueron levantadas
Por muchos hombres
Por un grupo de hombres.

La primera persistió.
Y persistió
Fue el sueño de esfuerzos
Y de Dios.

El segundo fue el sueño de un hombre,
Soberbio, indómito,
Impotente.

¿Quién quedó?
Ambos en la historia.
Ambos en las vidas.
Ambos en la gloria
Pero no en la coronación.

¿Quién
No lo
Desea?

Medita
Tu sueño.
Si es necesario,
Rompe
El borrador.

Tu sueño
Al fin
Está también
Lleno de gloria.
Tu sueño
No lo dudes
Es el sueño
De Dios.


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